La
terapia génica comprende un conjunto de técnicas que permiten transportar
secuencias de ADN o ARN al interior de las células enfermas, con el objeto de
modificar el funcionamiento de determinadas proteínas que se encuentran alteradas
y son causantes de las enfermedades del ojo, con el fin de hacer reversible el
trastorno biológico que producen. Su eficacia se ha comprobado en diversos
estudios para el tratamiento de patologías de la retina, como la degeneración
macular y el retinoblastoma.
De
acuerdo con la bióloga molecular, Ainhoa Bacaicoa, la terapia génica se perfila
como el futuro de la oftalmología, siendo una herramienta eficaz para
restablecer la visión. “La ingeniería genética es un tema que ha tomado
importancia en los últimos años. La idea de inyectar un virus en el cuerpo
humano y que éste sea capaz de alterar el código genético, para restablecer la
función de una proteína dañada es una realidad hoy en día”, dijo.
“Estudios
realizados en pacientes con retinoblastoma, un tumor canceroso causado por la
mutación de un gen que controla la forma como las células se dividen, lograron
a partir de la terapia génica incorporar el virus que lleva la información del
gen RB1, el cual está deficiente en estos pacientes, comprobando que el tamaño del
tumor disminuía al proporcionarle la información sana y modificar el gen
dañado”, explicó la también especialista en genética humana.
En
el caso de la degeneración macular húmeda, Bacaicoa, resaltó que esta condición
también se debe a un descontrol en la expresión de la proteína VEGF (Vascular Endothelial Growth Factor)
involucrada en los procesos de angiogénesis, por lo que actualmente se está
estudiando el uso de la terapia génica para incorporar proteínas anti-VEGFs
directamente en la célula dañada, y así potenciar el efecto de la terapia utilizada
actualmente. Esto logra reducir considerablemente el número de inyecciones y
alarga el efecto en la recuperación de la sensibilidad retiniana, tal como lo
demostraron las investigaciones realizadas.
Transportar un virus
Las
estrategias para lograr el buen funcionamiento celular dependerán del tipo de
lesión; por ejemplo: si un gen mutado no produce una proteína necesaria, se
puede introducir una copia sana del mismo para restaurar la función de la
proteína. Para hacer las modificaciones son necesarios medios de transporte, en
el área de oftalmología, los más utilizados son los adenovirus.
Ainhoa Bacaicoa,
quien es gerente médico de retina y neurociencias
para el laboratorio Novartis en Centroamérica y El Caribe, resaltó que hoy en
día existen dos tipos de estrategias para llevar a cabo la terapia génica. La
primera es con el envío de material genético dentro de la célula. La segunda es
con la introducción directa de la proteína ya restaurada.
La
forma más usada para insertar el adenovirus en caso de afecciones en la retina
es mediante inyecciones intravítreas que incorporen la proteína y el material
genético. Para concluir, Ainhoa expresó, que aunque actualmente existen muchas
barreras que superar en cuanto al uso de la terapia génica en el rutina
clínica, ésta tiene el potencial de transformar el panorama de cómo nos
acercamos a enfermedades retinianas que anteriormente se consideraban
intratables.
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